Política

Rebeldías lésbicas: derechos y amor para todas

13 de octubre

En México y en muchos países de América Latina las mujeres lesbianas no existen para las autoridades. En el momento en que una mujer decide no seguir la heteronorma y su pareja no es un hombre, sus derechos se desvanecen y la discriminación aumenta. Considerar a las lesbianas como menos mujeres es todavía un estigma cotidiano, señaló Claudia Sanz, coordinadora del Colectivo Diversa, Codiver, en Ensenada, Baja California.

En entrevista para Presentes, Claudia asegura que revelar que eres lesbiana te convierte en la enemiga de la sociedad por no querer cumplir con el rol que otorga el imaginario colectivo, porque revelarte a casarte con un hombre y formar una familia con él, es entendido por muchas personas como una ofensa y no como una orientación sexual.

“Uno de los grandes temores es por la religión. Muchas mujeres crecen en las religiones que sus familias eligen y en ellas les dicen que sentir atracción o amar a personas del mismo género es pecado. Te hacen creer que puedes cambiar, que te puedes reformar porque no es normal ni natural que te relaciones con una mujer, te dicen que estás enferma, que necesitas terapia porque así ven la orientación sexual, te dicen que te arrepientas pero la verdad es que no hay nada que lamentar”, señala.

El hogar donde Sanz conoció por primera vez la discriminación por ser mujer lesbiana fue en su propio hogar pues al decir su orientación sexual y su deseo de estar solamente con mujeres, su madre la corrió de la casa pues “no era posible que su hija fuera así”.

“En México de por sí se sufre de violencia de género, pero ésta se agrava cuando eres mujer lesbiana. De por sí como mujeres somos borradas, asesinadas entre 10 y 11 al día. Ahora cuando ya no eres del consumo masculino, tu existencia pasa a ser nula. Tenemos menos respeto sin una figura masculina en la relación. No nos toman en serio por ejemplo para adoptar, es más difícil si estás en una pareja con una mujer”, lamenta Sanz.

Violencias contra mujeres lesbianas
La violencia física, emocional e incluso sexual contra mujeres que deciden amar a otras mujeres se puede intentar explicar bajo tres lógicas, dice Sofía Jiménez Poiré, coordinadora Identidad Sexual en organización Balance.

“La primera es la heteronorma. Esa la lógica de que todo hombre debe estar con una mujer, entonces cualquier relación del mismo género es mal vista y se considera contra la naturaleza. La segunda es el destino que se le atribuye a las mujeres, decirnos que no tenemos valor si no estamos con algún hombre o si no ejercemos el rol de la maternidad con él, por ejemplo en las familias. Lo primero que piensan cuando nos decimos lesbianas es que ya no van a tener nietos e ignoran la existencia de lesbomaternidades, y por último, la relación también automática de vernos como hombres y ejercer discriminación contra un mujer machorra”, detalla Sofía.

En México, la Encuesta Nacional de Discriminación (ENADIS) 2017 señala que el 66 por ciento de población de 18 años y más opina que en el país se respetan poco o nada los derechos de las personas gays o lesbianas. Aunado a la discriminación y restricción de los derechos humanos, se suma la violencia feminicida.

En el 2020, un estudio de la organización Letra S, revela que fueron asesinadas al menos 79 personas LGBTI+ en el país, es decir, en promedio de 6.5 víctimas por mes. Las mujeres lesbianas representaron el 10 por ciento en 2020 con ocho víctimas, la mayoría asesinadas con armas de fuego.

En el documento, la organización sostiene que los casos más visibles de muertes violentas de lesbianas se dan estando en pareja, ya sea que el blanco de los ataques haya sido solo una de ellas o lo hayan sido ambas. Y se menciona que durante 2020 en tres casos la violencia se perpetró en el domicilio de la víctima, tres en el lugar de trabajo, uno en vía pública y del octavo caso no se tiene información.

Letra S sostiene que el número bajo de muertes violentas de mujeres lesbianas y bisexuales registradas, no debe interpretarse de manera errónea ni para subestimar el impacto de este tipo de violencia, ya que suelen investigarse sólo en función del género, dejando a un lado la orientación sexual de la víctima como posible motivación del delito.

Tener datos oficiales por parte del Estado que permitan identificar a la población gay y lesbiana que sufre de agresiones es una tarea difícil, afirma Sofía Jiménez. Un factor es el miedo de revelar la identidad sexual, ya que puede haber casos donde las mujeres prefieran no decirse lesbianas ya que la palabra lesbiana está cargada de mayor estigma que la palabra gay.

Por ello, ante la violencia que se vive contra las mujeres lesbianas, sobre todo en espacios privados, Sofía hace un llamado a realizar un esfuerzo en conjunto entre sociedad y autoridades para brindarle herramientas a la comunidad que les permita en cierta medida proteger su vida y su integridad.

“Una forma de garantizar los derechos de la población es por ejemplo con un acceso a empleo digno o a otras formas de ingreso para que esto les permita una emancipación económica y así no quedarse en lugares donde son agredidas por no tener los recursos para solventar sus necesidades. También pelear por la igualdad legislativa, lo vemos con las lesbomaternidades no son del todo reconocidas las uniones entre personas del mismo sexo, también facilitar ciertas prestaciones sociales como el seguro a la pareja del mismo sexo ya que rara vez son respetados y tienen un impacto diferente en una población de diversidad sexual”, explica.

Además, Jiménez Poiré apuesta a implementar una educación integral en sexualidad no solo a nivel básico sino también a sectores de trabajo ya que así se podría transformar las mentalidades detrás de la violencia que se comete contra mujeres lesbianas y cualquier miembro de la comunidad LGBTTTIAQ.

El amor entre mujeres nos salva
Ante las agresiones, los asesinatos, la discriminación y la violencia, las mujeres no pierden la esperanza en que es el amor entre mujeres el que las hará más fuertes y orgullosas de ser quienes son.

Así lo afirma Andrea Cravioto, fundadora de jam de morras, una productora de eventos que el 13 de octubre llevará a cabo el Encuentro de Rebeldías Lésbicas 2021 en la Ciudad de México.

“La idea surge por iniciativa de la comuna lencha trans para tener un espacio donde nos podamos sentir seguras, donde podamos decir que nos queremos, nos admiramos, y lo haremos de la mano con la tianguis disidente ya que ha sido oprimida y será con ellas con quienes haremos este evento que será un pronunciamiento para decir que existimos y resistimos, que estamos aquí para acuerparnos, encontrarnos y por supuesto rebelarnos».

Con el punto en la Glorieta de Insurgentes de la Alcaldía Cuauhtémoc, la convocatoria urge a la acción para “mirarnos, reconocernos, abrazarnos, decirle a esta sociedad conservadora y patriarcal que existimos y que nuestra existencia es un acto de rebeldía porque el amor entre mujeres es revolucionario, porque no nos ajustamos a sus mandatos de roles de género ni servimos a su régimen capitalista heterosexual”.

Para Andrea la importancia del encuentro radica en ser una oportunidad para rebelarse contra un sistema que las ha querido ver humilladas, invisibles, un sistema que asegura no sabe que las mujeres lesbianas son increíbles y que han encontrado en su orientación sexual un espacio acogedor y que al mismo tiempo te hace saber que no estás sola.

“Creamos nuestra comunidad cuando no tenemos el respaldo de la sociedad y eso es lo que en ocasiones nos llega a salvar. El lesbianismo no es un insulto, hay gente que cuando te ve con puras mujeres te dice pinches lesbianas y creen que nos ofenden, no saben que muchas veces el amor entre mujeres es el que nos salva”, asegura Andrea.

En el próximo Encuentro de Rebeldías Lésbicas habrá poesía, música, diseño y se podrá hacer uso del micrófono para recordarle a la sociedad que las mujeres lesbianas en México existen, resisten, se aman y se rebelan.

Fuente: Agencia Presentes.

COMPARTIR

Contacto

©Todos los derechos reservados. 2022 - 2023

Desarrollado por