15 de febrero
Gustavo Petro presentó se segunda «gran reforma» desde que asumió al poder en Colombia. Se trata de una nueva política de Salud Pública que dota más poder al Estado y reemplaza los dispositivos existentes de las últimas décadas y que para el gobierno representa una expresión «del neoliberalismo que se impuso en Colombia».
El proyecto fue discutido un mes internamente en el gobierno hasta que fue anunciado por el Presidente en una ceremonia simbólica en la Plaza de Armas de la Casa de Nariño junto a la ministra de Salud, Carolina Corcho, la vicepresidenta Francia Marquez, el presidente de la Cámara de Diputados David Racero y del Senado, Roy Barretas.
El texto propone cambiar el rol de las Entidades Promotoras de Salud (EPS) que dejarán de auditar y administrar los recursos para dar lugar a los Centros de Atención Primaria en Salud. Las EPS trabajarán en coordinación con el Ministerio de Salud, organizarán y conformarán las redes integradas e integrales de servicios de salud, incluyendo prestadores públicos, privados y mixtos.
Petro dio en su discurso que «la salud no cumplió con su cometido de hacerla un derecho universal», en relación a la Ley 100, que rige el sistema sanitario del país y hubo intentos de derogarlo, y dijo que «el país quedó fragmentado entre lugares donde hay buena atención de salud y otros donde no tienen ninguna».
Ele jefe de estado aseguró que «las EPS funcionan con una tendencia perversa creada por el mercado mismo que consiste en llevar al paciente – sin haber tenido una atención primaria y con una cultura que tratase de evitar la aparición de la enfermedad – a ser un cliente».
La salud no cumplió con su cometido de hacerla un derecho universal
De tal manera que el eje central de la reforma que propone su gobierno será el fortalecimiento de un modelo de atención primaria y preventiva que tiene como eje los Centros de Atención Primaria (CAP). Así, el nuevo sistema de salud, en caso de ser aprobado, acabaría con esa fragmentación sobre los lugares donde hay buena atención y en los que no. «Un territorio de aproximadamente 20.000 personas en general. Habrá una labor de planificación paulatina en este tránsito para que todo el territorio quede cubierto a través de estos territorios de salud y nadie quede por fuera de ninguno de estos territorios, que tendrán un centro en el CAP», anunció Petro.
Además, crea una suerte de Banco de Salud para administrar los recursos y elimina el llamado «giro directo». algo que hasta ahora estaba en manos privadas. Para este rol se crea un Consejo Administrador del Fondo Regional de Salud integrado representantes de los empleadores, de los trabajadores, del Gobierno Nacional, delegados por los Ministerios de Salud, de Hacienda y un representante de los Gobernadores y Alcaldes de la Región.
Petro se encargó se desmentir las acusaciones de la oposición que plantea que la iniciativa afectaba los intereses de los prestadores privados. Sin embargo, las empresas podrán seguir funcionando y comercializando sus servicios «bajo las reglas y normas actuales, pero quienes los paguen no tendrán prelación alguna cuando utilicen el Sistema de Salud, al cual tienen derecho».
Las EPS funcionan con una tendencia perversa creada por el mercado mismo que consiste en llevar al paciente – sin haber tenido una atención primaria y con una cultura que tratase de evitar la aparición de la enfermedad – a ser un cliente
Fuentes del entorno de Petro consultadas por LPO reconocen que el proyecto está inspirado en el Sistema Único de Salud de Brasil en cuanto la intención de unificar e integrar todas las ramas sanitaria. Para eso, se impulsa el Consejo Nacional de Salud que tendrá a cargo la concertación de iniciativas en materia de política pública de salud y será el encargado de evaluar el funcionamiento del Sistema de Salud y generar informes periódicos sobre su funcionamiento.
La reforma de Salud es al segunda gran reforma de Petro, ademas de la política de «Paz total» con la que pretenden resolver el conflicto con la guerrilla y los grupos narcos. En noviembre se anotó su primera victoria política luego de la aprobación de la reforma tributaria que materializó la alianza parlamentaria con los partidos tradicionales, el Conservador y el Liberal, que marca la base de apoyo que le da gobernabilidad a la gestión.
La reforma establece la eliminación del impuesto a las iglesias, así como la tarifa diferencial de renta para las pequeñas y medianas empresas, mientras que se grabaron con IVA las boletas para corridas de toros y la comercialización de animales de compañía.
De lograr una nueva victoria parlamentaria, Petro estaría lograr otra espaldarazo que solidificaría la alianza con los partidos tradicionales y cumpliría una de las principales promesas de campaña, reclamada por los sectores sociales movilizados en 2019 y 2021. Además, tendrá fuerza para ir la reforma laboral y previsional, dos medidas reclamadas por sus bases pero resistidas por el empresariado.
Fuente: La Política Online