
28 de septiembre
Terminó una nueva jornada del juicio que se está llevando adelante en el Juzgado Federal de General Roca (Fiske Menuco, Río Negro) en el que después de un largo proceso se logró sentar en el banquillo de los acusados a 5 miembros del grupo de elite “Albatros” de la Prefectura Naval Argentina. Se trata de Sergio Cavia, quién está acusado de “homicidio agravado cometido en exceso de legítima defensa” y de Francisco Javier Pintos, Juan Ramón Obregón, Carlos Valentín Sosa y Sergio García quienes están acusados como “partícipes necesarios” del hecho.
Desde un primer momento y fomentada por la entonces Ministra de Seguridad del Gobierno de Macri, Patricia Bullrich, en complicidad con los gobiernos provinciales, el poder judicial y grandes medios de comunicación, se abonó a la teoría de que el fallecimiento de Rafael Nahuel se había producido durante un enfrentamiento violento entre las fuerzas de seguridad y grupos armados de “terroristas mapuches”. Tal teoría quedó luego expresada en el famoso “Informe RAM” presentado por la hoy candidata a presidenta de Juntos por el Cambio y fue replicada hasta el hartazgo por la prensa y distintos sectores políticos.
Las declaraciones de los prefectos imputados y la estrategia de sus abogados defensores es seguir fomentando la teoría del enfrentamiento armado. Sin embargo, las declaraciones de los peritos y principalmente los testimonios de Johana Colhuan y Lautaro Gonzalez Curruhinca que pudimos escuchar en la jornada de hoy dejaron al descubierto la falacia de esta teoría y nos acercaron un poco más a la verdad sobre el accionar brutal de las fuerzas de seguridad que terminó con la vida de Rafael Nahuel.
“Yo iba al lado de Rafa antes de que le dispararan, le decía que corra, que se salve él” cuenta entre lágrimas Johana Colhuan, prima de Rafael Nahuel y una de las últimas personas que lo vio con vida. “Comenzamos a bajar de la montaña pero empezamos a escuchar disparos de arma de fuego y corrimos para salvarnos” señala Lautaro González Curruhuinca, quien junto con Fausto Jones Huala asistieron a Rafael e intentaron llevarlo en una camilla precaria hasta la ambulancia que se encontraba en la ruta.
“Vengo acá a declarar para que los padres de Rafael sepan cómo murió su hijo” anuncia Lautaro al comenzar su testimonio. Es que estamos ante la primera vez que miembros de la justicia escuchan la versión de Lautaro de los hechos, ya que a pesar de haber presenciado la muerte de Rafael Nahuel, nunca se lo tomó como testigo de la causa. Desde aquél 25 de noviembre de 2017 hasta la fecha, lautaro ha sido encarcelado, perseguido, acusado del asesinato de su propio compañero, prófugo de la justicia y finalmente sobreseído. El deseo de aliviar la pena de la familia Nahuel y de esclarecer la causa fueron el motor que lo animó a comparecer para declarar ante la misma justicia que le hizo vivir un calvario durante 6 años.
Tanto Johana como Lautaro coinciden en sus declaraciones que cuando escucharon los primeros disparos comenzaron a correr montaña arriba para resguardase. Allí llegaron a un claro y mientras seguían corriendo, agarraron lo que tenían a mano para defenderse. “No parábamos de escuchar tiros, venían de todos lados. Paramos en el claro para defendernos con lo que podíamos, agarramos piedras y les empezamos a tirar, tampoco había tantas, estábamos en medio de la montaña – cuenta Lautaro – y ahí vemos que lo hieren primero a (Gonzalo) Coña después a Rafael y después a Johana (Colhuan)”. “Yo lo veo a Rafael que cae al piso, después me dispararon a mí acá en el hombro – cuenta Johana – y ahí los peñi empezaron a revisar a rafa para ver dónde le habían dado, mientras Rafa empezó a decir que se moría”.
Cabe destacar, que tanto el peritaje hecho sobre el cuerpo de Rafael Nahuel, como las declaraciones de los distintos peritos expertos que intervinieron en la causa fueron contundentes al señalar que la bala disparada por los miembros del grupo albatros ingresó por el glúteo del joven mapuche y se alojó entre la axila y las costillas, dando cuenta de que Rafael se encontraba de espaldas y huyendo de la balacera al momento de recibir el disparo letal.
“Recién cuando empezamos a gritar que habían matado a uno, que estaba caído, fue que dejaron de disparar y se fueron” señala Lautaro mientras cuenta cómo lograron armar una camilla precaria para intentar bajar a Rafael y que sea atendido por personal médico: “Rafa se caía de la camilla, decía que prefería morir en el territorio y no quería que nos detengan a nosotros, nos decía que nos salvemos”. “Lo até con mi trariwe (faja) para que no se cayera, pero a los 5 minutos de empezar a bajar lo toqué y ya estaba frío”. A pesar de que Rafa ya no daba señales de vida, Fausto y Lautaro decidieron seguir llevando su cuerpo montaña abajo para no dejarlo con las fuerzas de seguridad.
Así, en el mismo día que en la localidad de 25 de mayo velaban a Santiago Maldonado, el joven encontrado muerto en el río Chubut 78 días después de haber desaparecido tras un operativo represivo de Gendarmería contra la comunidad Pu Lof en Resistencia Cushamen, en la provincia de Chubut, estos jóvenes decidían arriesgar su vida para que aunque sea, el cuerpo de su peñi no sufra el mismo destino que el cuerpo de Santiago. Hoy a casi 6 años de la muerte de Rafael, pudimos escuchar sus voces como testigos en una causa que los debería tener como víctimas directas de un desmedido hecho represivo.
Te puede interesar: Claudia Feld y Marina Franco: «La ESMA implicó mucho más que represión y tortura»
Los relatos de Johana y Lautaro y posiblemente de Fausto que declarará mañana desde las 8.30 am, son una prueba más del desmedido accionar de la Prefectura y del encubrimiento político que rodea a la causa Nahuel. A esto se le suma el hecho de que a pesar de la insistencia de los abogados defensores en la teoría del enfrentamiento, no se ha encontrado una sola arma, una sola bala en el lugar que no sean las que dispararon los mismos Albatros. A medida que avanza el juicio, la responsabilidad de las fuerzas de seguridad queda cada vez más a la vista, mientras se van desmoronando los relatos racistas y asoma la verdad de la muerte de Rafael Nahuel.
Anred.