1 de junio
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo que nadie está obligado a estar de acuerdo con sus opiniones sobre Venezuela, al comentar las críticas realizadas por los mandatarios de Chile, Gabriel Boric, y de Uruguay, Luis Lacalle Pou. Lula había planteado el lunes, durante una reunión con el presidente Nicolás Maduro, que Venezuela era «víctima de una narrativa de antidemocracia y autoritarismo», lo que le valió el rechazo de los presidentes de Chile y Uruguay. Por primera vez en casi una década, los mandatarios de once naciones de Sudamérica se encontraron en Brasilia para intentar recomponer la integración regional.
«La cumbre no es un grupo de amigos»
«Maduro forma parte de nuestro continente y hubo mucho respeto con la participación de Maduro; nadie está obligado a acordar con nadie, es así que vamos haciendo el diálogo democrático», dijo Lula ante una pregunta de la agencia Télam al cierre de la cumbre regional celebrada el martes. El presidente brasileño respaldó a Maduro y dijo que ambos, con su condena por persecución política, fueron víctimas de los relatos de sus rivales políticos.
«Siempre defendí la idea de que cada país es soberano para decidir su régimen político, qué tipo de elecciones tendrá y para debatir cosas internas», expresó Lula, quien calificó de «muy extraño» que «la exigencia que el mundo occidental hace a Venezuela no se la haga a Arabia Saudita».
«Quiero que Venezuela sea respetada y lo mismo quiero para Brasil», remarcó Lula, quien minimizó las críticas de Lacalle y Boric y sostuvo que la cumbre presidencial «no es un grupo de amigos» y que siempre hay discursos encendidos con críticas. Lula explicó que a Boric y a Lacalle Pou no los conocía prácticamente y que esta cumbre sirvió para generar acercamientos y confianza.
Para Lula, la unión de Sudamérica como bloque para negociar en forma coordinada en otros grupos o foros internacionales es una necesidad para mantener independencia económica. «O nos juntamos para defender nuestros intereses o seremos marionetas en la mano de las grandes economías», planteó.
«Tapar el sol con un dedo»
Sin embargo, el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, dio cuenta del peso de las divisiones. «Si hay tantos grupos en el mundo que están tratando de mediar para que la democracia sea plena en Venezuela, para que se respeten los derechos humanos y no haya presos políticos, lo peor que podemos hacer es tapar el sol con un dedo», apuntó Lacalle Pou según el diario El País. «Pongámosle (a Venezuela) el nombre que tiene y ayudemos», afirmó el mandatario de derecha, que califica a Maduro de «dictador».
En la misma línea el presidente de Chile, Gabriel Boric, dijo que la situación venezolana «no es una construcción narrativa» sino una realidad. «Los derechos humanos deben ser respetados siempre», apuntó el mandatario chileno, quien apoyó a la vez el reiterado pedido de Caracas de llamar a Estados Unidos y la Unión Europea a desmontar las sanciones que pesan sobre Maduro y su gobierno.
Maduró respondió señalando que países como Chile o Uruguay «tienen una visión» y Venezuela, «otra». «Lo más importante es que ha habido un debate», afirmó el líder venezolano, anunciando «una nueva etapa» de la integración sudamericana «con un espíritu renovado de respeto, unión, integración y diversidad».
Respaldo del Parlamento venezolano
La Asamblea Nacional de Venezuela apoyó este miércoles la visita de Maduro a Brasil en un documento aprobado por unanimidad. Los parlamentarios venezolanos acordaron «respaldar y reconocer el valor histórico, político y social de la visita» de Maduro a Brasil, la primera desde 2015, cuando el mandatario asistió a la toma de posesión para un segundo mandato de la expresidenta Dilma Rousseff.
La Asamblea recordó que se trata de un encuentro en el marco del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países, suspendidas desde 2019, y que se retomaron con el regreso de Lula a la presidencia del gigante sudamericano, de la que tomó posesión el pasado primero de enero.
Además de Lula, Maduro, Boric y Lacalle Pou, a la cita del martes en Brasilia asistieron los mandatarios de Argentina, Alberto Fernández; de Colombia, Gustavo Petro; de Paraguay, Mario Abdo Benítez; de Ecuador, Guillermo Lasso; de Bolivia, Luis Arce; de Guyana, Irfaan Ali, y de Surinam, Chan Santokhi. Perú estuvo representado por el jefe de gabinete, Alberto Otárola.
La cita se cerró con una declaración consensuada en pos de fortalecer la integración para «afrontar los desafíos compartidos» y aumentar el intercambio comercial y las inversiones, pero sin acuerdos concretos. También se creó un grupo de trabajo conformado por los cancilleres de los doce países, que deben reunirse en 120 días para analizar los avances.
Fuente: Página12.