10 de octubre
Dentro de la gran oferta de obra que se pueden ver en Buenos Aires que conjugan música y cine, por estos días llega un documental destinado a rescatar a una de las figuras más representativas de la tradición sonora mexicana. Se trata de Amparo Ochoa: Se me reventó el barzón, una propuesta dirigida por Modesto López que trae de regreso a la cantante conocida como “La voz de México».
Realizado en base a archivos de diferentes épocas junto a imágenes actuales, en pantalla se narra la vida de Amparo Ochoa, nacida en Sinaloa, y que aprendió el oficio de cantar, componer y ejecutar de la mano de su padre. Su rol en la escena del país azteca durante los años setenta y ochenta, su apego a la enseñanza (fue maestra rural durante muchos años), la decisión de mudarse a la capital y su fuerte militancia política y feminista son aspectos que aparecen a través de amigos y familiares cercanos, en poco más de 80 minutos de película. Ochoa murió en 1994 a la edad de 47 años, pero su temprana muerte no hizo más que consolidarla como una de las artistas más celebradas por el público de su país.
“Esta es una película que hice en México, aunque participan varios amigos de la Argentina. Primero se estrenó allá, en 2021, y desde entonces recorre los distintos estados mexicanos, así que aproveché que venía para la Argentina para que la producción tenga su estreno también en Sudamérica. Después de eso llegará el tiempo de ir a las provincias, y más tarde al Uruguay, pero lo concreto es que resulta muy emocionante que nuestro trabajo llegué hasta acá. Porque Amparo tuvo una presencia importante en ese concierto que organizó Mercedes Sosa en 1988 en el Luna Park, junto a otras mujeres latinoamericanas. Parte de ello también se refleja en este documental”, afirma Modesto López.
El proyecto nació de la amistad que supieron cultivar el director y Ochoa. Para López, eso fue el motor principal que lo impulsó a narrar la vida de la cantante sinaloense: “Desde hace muchos años, concretamente un poco más de cuatro décadas, yo tengo un sello que se llama Ediciones Pentagrama. De esa forma conocí a Amparo y muchos otros compañeros de la canción de México. Así nos hicimos amigos, le edité unos siete discos y cultivamos una amistad, inclusive nuestros hijos se hicieron amigos. Su muerte fue un golpe tremendo para los que estábamos cerca de ella, algo que también sucedió en varios países latinoamericanos y de Europa. De manera que hacer este documental sobre ella es una especie de homenaje a una querida amiga, una mujer que tuvo un compromiso con la vida, el feminismo y las cuestiones de los chicanos que vivían en Estados Unidos, lugar donde Amparo viajaba a menudo para realizar diversos tipos de concientizaciones sociales”.
Para Modesto López, su película brindará la oportunidad de conocer a una artista alegre, vital y llena de vida. “En pantalla van a poder percibir a una chica de orígenes campesinos, con un padre que luego de trabajar el campo a la noche reunía a sus 10 hijos para cantar canciones tradicionales de México. De esas cosas ella fue mamando influencias y creando sus primeras raíces con la música de su pueblo, pero al mismo tiempo se van a encontrar con la educadora, porque Amparo fue maestra rural y utilizaba la música y el canto para enseñarle a los niños. Este es un recorrido que pasa por sus orígenes, su llegada al Distrito Federal y su transformación en la gran cantante que fue hasta su fallecimiento”.
La película es más que valiosa en archivos de diferentes épocas, algo que a la hora de realizar un documental siempre es bienvenido. “Tuve la suerte de contar con un material impresionante. Hubo una recuperación de archivos fílmicos y de audio que estaban en un lugar de mi compañía discográfica. Todo eso sumaba unas 120 horas de grabaciones en cassettes, había entrevistas en vhs y beta, todos formatos que hoy no se usan. Lo que traté es que la voz protagónica condujera el documental para mostrar sus ideas sobre determinados temas. Una vez que observé todas esas horas, fui tomando partes que van formando todo un concepto que Amparo manejaba sobre la vida y el canto. En algunos casos dar con otro material fue bastante difícil, como por ejemplo el que ilustra el final del film, donde se la ve a Amparo en el Luna Park, algo que originalmente estaba en malas condiciones. Después de un año y medio pude encontrar lo mismo, pero en mejores condiciones, lo cual aceleró todo el proceso. Como siempre pasa en estos trabajos de carácter documental, lo que hay que realizar es una búsqueda para dar con eso que no se encuentra pero que está, que existe, aunque sea muy difícil de encontrar”, sostiene el director.
Otro de los factores notables de este film tiene que ver con el valor agregado que le otorgan quienes participan de cara a las cámaras. Así lo cuenta López: “Están Teresa Parodi, Gabino Palomares y a Mercedes Sosa, pero también están sus familiares, su hija María Inés Ochoa, una extraordinaria joven cantante de México. Así, todos ellos van dando una especie de bordado sobre lo que fue Amparo, desde la óptica de distintos puntos de vista”.
Haber trabajado sobre una buena cantidad de material de Amparo Ochoa no sólo le dio satisfacción a López, sino que también le deparó varias sorpresas: “De tanto buscar en archivos se produjo algo que me sorprendió totalmente. Encontramos material de audio y cuya cantidad nos permitía tener nuevos discos, unos cuatro álbumes de estudio para ser más precisos. Uno de esos discos está basado en lenguas indígenas, otros con bandas de pueblo grabados en Sinaloa y otros lugares. Más allá de eso, siempre que hago un documental voy hacia al pasado y eso es más que emotivo. Verla a Amparo nuevamente de pie en el trabajo que se estaba haciendo era como tenerla presente. Fue un diálogo emocionante entre un director y la personalidad de alguien que logré condensar en un poco más de ochenta minutos”, concluye el director.
Amparo Ochoa: Se me reventó el barzón
Un documental de Modesto López. Funciones hasta el 12 de octubre (martes cerrado) a las 19, en Cine Cosmos UBA, Av. Corrientes 2046.
Fuente: Tiempo Argentino.