26 de enero
El fraile dominico brasileño Frei Betto, miembro del Consejo Mundial del Proyecto José Martí de Solidaridad Internacional, ofreció en la sesión de la mañana una Conferencia Magistral en el Palacio de Convenciones de La Habana, como parte del programa de la V Conferencia Internacional por el Equilibrio del Mundo “Diálogo de Civilizaciones”, evento que tiene lugar en La Habana, del 24 al 28 de enero del año en curso.
Bajo el título “¿Es la religión opio de los pueblos?”, el reconocido teólogo formuló un análisis sobre la cita acuñada por Karl Marx en “Contribución a la Crítica de la Filosofía del Derecho de Hegel” publicada en 1844 en el periódico Deutsch-Französischen Jahrbücher.
En sus observaciones explicó la interpretación equivocada de las ideas del filósofo alemán sobre la religión, revelando que Marx no atacó a la religión en general, sino al cristianismo como una confusión entre estado policial y religión cristiana, defendiendo la tesis de que un cristiano no puede aceptar el capitalismo, porque desde un punto de vista ético eso equivale a adoptar una postura demoníaca. Igualmente mencionó a Engels, recordando que este también tenía antecedentes religiosos, y que escribió dos importantes artículos sobre la religión: “Bruno Bauer y el cristianismo” de 1882 y “Contribución a la historia del cristianismo primitivo” de 1895, en este último cita a los primeros cristianos como pioneros del comunismo y subraya la naturaleza liberadora del cristianismo. Llegó un momento en que Marx ya no consideraba necesario el ateísmo y escribió “El ateísmo como negación de esta falta de esencialidad ahora carece totalmente de sentido, porque el ateísmo es la negación de Dios y afirma a través de esta negación la existencia del hombre, pero el socialismo como socialismo ya no necesita tal mediación, es una autoconciencia positiva no mediada por la religión”.
Por lo que Frei Betto observa que en la óptica de Marx y Engels el socialismo sería la superación práctica de la religión y Marx nunca estuvo de acuerdo con el ateísmo militante.
Citó varios pasajes de la entrevista registrada en el reconocido libro “Fidel y la religión” dónde el líder de la Revolución Cubana entiende y analiza la dialéctica de esta frase de Marx.
Del mismo modo se refirió a cómo Fidel Castro superó el prejuicio de que no había posibilidad de conciliar religión y revolución, cuando afirmó: “desde un punto de vista estrictamente político se puede ser marxista sin dejar de ser cristiano y trabajar junto a los comunistas marxistas para transformar el mundo, lo importante es que en ambos casos son revolucionarios sinceros, dispuestos a erradicar la explotación del hombre por el hombre y a luchar por la justa distribución de la riqueza social, por la igualdad, por la fraternidad, por la dignidad de todos los seres humanos, es decir, son portadores de la más avanzada conciencia política, económica y social, aunque en el caso de los cristianos se base en una concepción religiosa.”
También relató cómo para Fidel la expresión “La religión opio del pueblo” pudo haber sido justa en un momento dado y seguir siendo válida en algunas circunstancias pero: “de ninguna manera esta frase tiene ni puede tener carácter de dogma o verdad absoluta, es una verdad ajustada a ciertas condiciones históricas concretas, creo que es absolutamente dialéctico y marxista llegar a esta conclusión, en mi opinión la religión desde un punto de vista político no es en sí misma un opio ni una cura milagrosa, puede ser opio o medicina maravillosa en la medida que sirve para defender a los opresores- explotadores o defender a los oprimidos- explotados.”
Antes de culminar la conferencia explicó que “el fenómeno religioso no solo impregna la cultura de los pueblos sino que hoy en día está en expansión, llamando la atención sobre cómo las fuerzas de la derecha se han aferrado a la religión porque reconocen su alcance popular que facilita la manipulación de las conciencias para naturalizar las desigualdades sociales, exaltar la individualidad y alimentar la abnegación en situaciones de opresión. En ese sentido la religión difundida por la derecha es el opio que pretende desmovilizar las fuerzas populares potencialmente revolucionarias para postergar hasta la eternidad el derecho a una vida feliz y digna.”
“La hermenéutica tendrá que entrar en la agenda de la militancia de izquierda, no significa manipular la conciencia como hace la derecha, si no reaprender a valorar la fe de las personas más sencillas y ayudarlas a hacer una lectura liberadora de la biblia, considerada por ellos la palabra de Dios.”
Fuente: Resumen Latinoamericano