Política

Chaco: estallido por la desaparición de un joven wichí

9 de marzo

La comunidad Wichí del departamento Misión Nueva Pompeya, Chaco, fue brutalmente reprimida con balas de goma y gases lacrimógenos por la Policía provincial luego de reclamar por 20 días la aparición con vida del joven de la comunidad Salustiano Giménez de 16 años, desde hace más de 20 días. El Gobierno Nacional envió refuerzos vía Gendarmería Nacional.

Al menos 21 personas han sido detenidas por las fuerzas. Desde el movimiento indígena local afirman que no han podido ubicarlas y temen por la integridad de sus dirigentes, habiendo detenido a Mario Ledesma, presidente de la asociación comunitaria: “Hay 20 detenidos de los que no sabemos su paradero. La abogada Carolina Aquino presentó un habeas Corpus. Tememos por la vida de nuestros dirigentes, resistimos la represión cientos de compañeros en las calles de Pompeya, la mayoría mujeres y jóvenes luchando barrio por barrio”.

Además, denunciaron que durante la represión fueron heridas mujeres y uno de los heridos fue alcanzado por una bala de plomo (GM, de 40 años, con una bala alojada en la pierna izquierda). “Los comerciantes están tirando balas de plomo”, expresaron. “No queremos represión, sólo justicia hay mujeres heridas en el mes de la mujer, no hay justicia para las mujeres Wichí, queremos los mismos derechos”, agregaron.

“Amenazaron con que si no paramos con nuestras defensa, van a colgar al presidente de la Asociación Comunitaria, dicen que están liberando al asesino de Salustiano y nos están lastimando los ojos y todo el cuerpo”.

Salustiano se encuentra desaparecido desde el 12 de febrero. La madre, Rosa Ángeles Campos, en idioma Wichí traducido al castellano pidió: “Solamente que entreguen a mi hijo, ya sea vivo o muerto, los policías tiraron gases lacrimógenos cuando me fui a reclamar y no pude lograr ver durante más de 5 minutos, sólo quiero que le entreguen a mi hijo y la comunidad se quedará tranquila”.

A su vez, mujeres que acompañan el reclamo reforzaron: “la comunidad sólo quiere encontrar al hijo de Rosa, que les entreguen el cuerpo y se termina el conflicto, porque pasaron muchos días (…) no hubo nadie que acompañe y ahora mandan la gendarmería y las balas lastimando a mucha gente, nosotros queremos estar tranquilos”.

Distintas organizaciones sociales y políticas han pedido solidaridad con el pueblo Wichí y los pueblos originarios del Chaco, exigen el retiro inmediato de las fuerzas represivas de Pompeya y piden “Verdad y Justicia por Salustiano Giménez, aparición y libertad de los dirigentes detenidos por reclamar por verdad y Justicia”.

La violencia cesó hacia las 22 del día de ayer. En el lugar se hicieron presentes autoridades provinciales, la ministra de Seguridad y Justicia, Gloria Zalazar, el jefe de la Policía del Chaco, Ariel Acuña; la secretaria de Derechos Humanos y Géneros, Silvana Pérez; Fabian Ríos, director de Zona Interior; Bernardo Voloj, Defensor del Pueblo; Cristian Verón, director del CEAC y el subsecretario de Planificación en Seguridad, Leandro Álvarez.

Casi un mes sin respuestas
Salustiano se encuentra desaparecido hace casi un mes. Luego de 18 días y sostenidos cortes de ruta que dejaron sin abastecimiento a Pompeya, la ministra de Seguridad de la Provincia, Gloria Zalazar, se hizo presente en el lugar para brindar su apoyo y coordinar una búsqueda.

Desde la comunidad confirmaron haber discutido en asamblea un acuerdo para cooperar con los equipos, así como medidas en lo judicial con motivo del cajoneo que realiza el fiscal de todos los temas vinculado a los pueblos originarios, lo cual incluye otras muertes y desapariciones.

El pasado sábado los grupos de búsqueda que llegaron, coordinaron con la comunidad un primer recorrido de reconocimiento: “Pero al llegar a un pozo, la policía del lugar evitó que el grupo de búsqueda ingresara al mismo, generándose el primer forcejeo”.

Luego de este episodio la policía informó que trasladarían a la comisaría al -único- detenido sospechoso de asesinar a Salustiano, también integrante de la misma comunidad, con videos como pruebas, lo cual generó la reacción de los familiares directos y con forcejeos que decantaron en enfrentamientos y finalmente represión.

Los funcionarios afirmaron que la situación ha sido «controlada» y se ha restablecido la «paz social». Pero los pueblos indígenas del norte como el pueblo Wichí viene sufriendo una marcada violencia, consecuente con el despojo de sus territorios originales como El Impenetrable, diezmado sobre todo por la actividad forestal. La destrucción del lugar que les permite vivir genera pobreza cada vez más extrema, que se traduce en desnutrición y problemas de salud. En un contexto electoral donde se profundiza la estigmatización contra los pueblos indígenas para hacer campaña, la integridad de las comunidades y sus integrantes se hace más delicada.

Fuentes: Prensa Movimiento de Naciones y Pueblos Originarios en Lucha

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