3 de octubre
Nadie en la historia de Brasil fue tantas veces candidato como Lula. Se presentó en siete de las ocho elecciones que se realizaron desde la vuelta de la democracia tras la dictadura cívico militar. Nació en Pernambuco, en el nordeste del país; fue vendedor ambulante, limpiabotas y tornero mecánico. Creció políticamente en el cordón industrial de San Pablo. La militancia sindical lo llevó a construir un camino de lucha colectiva con la fundación del Partido de los Trabajadores.
Hace cuatro años, cuando Bolsonaro fue electo, Lula no había podido ejercer su derecho al voto: estaba en una celda de 15×15 de una prisión en Curitiba para cumplir una condena por 12 años por supuestos hechos de corrupción durante sus mandatos anteriores. Fueron 580 días los que estuvo hasta que el poder judicial determinó su inocencia.
Hoy fueron las elecciones presidenciales que lo tuvieron como protagonista. El candidato a la presidencia del Partido de los Trabajadores (PT) no alcanzó el 50% necesario para evitar una segunda vuelta y disputará el 30 de octubre la presidencia con Jair Bolsonaro, que quedó en segundo lugar con el 43,36% de los votos. En cuarto lugar quedó la candidata del MDB, Simone Tebet, y en cuarto lugar la propuesta del PDT, Ciro Gomes.
Con más del 97% de las mesas escrutadas, Lula habló con la prensa y afirmó que “nada ocurre por casualidad”. En referencia a las encuestas, que lo posicionaban como ganador en primera vuelta, dijo “incluso quienes no querían que ganáramos nos mostraban en primer lugar”. De cara al segundo turno, el candidato del PT afirmó que “esto es solo una prórroga”. Luego recordó: “Hace cuatro años yo era considerado alguien fuera de la política pero dije que íbamos a volver porque la única razón para no hacerlo es que haya cientos y cientos de líderes en Brasil para lograr todas las conquistas que tenemos por delante”. Luego añadió: “Tenemos que recuperar el país. Quizás para desgracia de algunos, tengo 30 días más para hacer campaña. A mí me encanta hacer campaña. Va a ser una oportunidad para discutir con el Presidente de la República y preguntarle si va a seguir diciendo mentiras al pueblo y dejar en claro qué país quiere él y qué país queremos nosotros”.
En la conferencia de prensa también tomó la palabra Gleisi Hoffmann, presidenta del Partido de los Trabajadores: “Quiero agradecer a los 56 millones de votos que nos demostraron la confianza del pueblo en la transformación de este país. Ganamos la primera y ganaremos la segunda vuelta. Tenemos que unir a todos los sectores que creen en la democracia”. Además agradeció a los movimientos sociales y políticos, al pueblo brasileño y a Lula, “que en los peores momentos creyó en la fuerza del pueblo y en que el pueblo esté en la centralidad del desarrollo. Estamos luchando contra la mentira, la violencia y el dinero”, agregó.
Las mujeres: decisivas e influyentes
Brasil eligió a las primeras diputadas federales trans, Erika Hilton (San Pablo) y Robeyoncé Lima (Pernambuco), y a las primeras diputadas federales indígenas de su historia, Sonia Guajajara (San Pablo) y Celia Xakriaba (Mina Gerais); todas candidatas del Partido Socialismo y Libertad que integró la alianza que apoyó la candidatura del PT para la presidencia. También fue electa la Bancada Feminista del PSOL (Lista 5000) en San Pablo, integrada por cinco mujeres preta. La dirigenta del Movimento Sem Terra (MST), Marina Do Santos, se convirtió en legisladora por Río de Janeiro, al igual que otras militantes que luchan por derechos como la vivienda y el cuidado de los bienes comunes.
Tras conocerse los resultados, Hilton afirmó que “Tenía la esperanza de ser electa hoy y que Lula gane en el primer turno. Esto último no ocurrió pero hay que celebrar cada paso que damos. Venimos teniendo conquistas en este proceso y
La Bancada Feminista del PSOL fue la candidatura legislativa más votada en Brasil, con 250 mil votos. “La emoción es enorme porque sabemos que esto es fruto del trabajo colectivo. ¡Somos 5! ¡Somos miles de mujeres, negras, LGBTQIAPN+, ecosocialistas que estamos en esta lucha! Ahora, cada día más, necesitamos ir juntas porque los desafíos serán muchos”, expresaron las candidatas.
Esta elección tuvo un récord de candidaturas de mujeres y LGBT para cargos legislativos. En ese marco se produjeron las elecciones históricas de Hilton y Guajajara, entre otras. También se reprodujo la experiencia que en 2018 permitió que San Pablo tenga su primera bancada feminista. Se trata de una experiencia de representación colectiva impulsada por el PSOL que consiste en una banca formada por cinco mujeres. Por los condicionamientos propios de la legislación electoral sólo una de ellas es formalmente titular de la misma, pero las cinco pueden hablar en las sesiones y las decisiones se toman horizontal y colectivamente entre todas las integrantes.
La presidenta del PT (primera mujer en ese cargo), Gleisi Hoffman, sostuvo este domingo que durante la campaña electoral “las mujeres tuvieron un papel interesante e importante: fueron mayoría en el apoyo a Lula y continúan firmes en esa lucha porque saben lo que representa Bolsonaro en el poder”. En una conferencia de prensa brindada en las vísperas de las elecciones, Lula afirmó que si no fuera por Hoffmann “no habríamos construido la alianza que construimos”, en referencia al armado político que le permitió ganar una elección presidencial por tercera vez.
Según datos del Tribunal Superior Electoral (TSE), de lxs más de 156,4 millones de electorxs, el 53% -poco más de 82,3 millones- son mujeres. De ellas, el 24% son mujeres negras. Los varones, por su parte, representan el 47% del padrón (unos 74 millones).
Fuente: marcha.org.ar