9 de noviembre
En el marco de un informe técnico del último año de gestión, que presentó al país a través del cuerpo Legislativo, el mandatario les dijo a los bolivianos que “tienen que estar seguros que jamás” su administración permitirá la toma del poder por la fuerza y que, en clara alusión a lo que ocurrió durante el golpe de Estado de 2019, se “rifen” los recursos naturales.
“Tenemos la completa certeza de que el respaldo de nuestro pueblo es amplio y reconoce un Gobierno nacional patriota que busca el bienestar nacional, por encima de intereses sectarios o regionales”, indicó al pleno del Legislativo, a cuyo hemiciclo asistieron el vicepresidente David Choquehuanca, ministros de Estado, jefes militares y policiales, cuerpo diplomático, autoridades subnacionales y organizaciones sociales.
Sectores radicales de la ultraderecha tienen en marcha un plan de ruptura institucional, como lo denunció el Ejecutivo en su momento, que desde el pasado 22 de octubre fijó el epicentro de conflictos en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra.
Los líderes de ese movimiento político son los mismos que impulsaron en noviembre de 2019 la ruptura institucional, colocando al mando del país —con 38 fallecidos, cientos de heridos por arma de fuego y miles de perseguidos de por medio— a Jeanine Áñez, una senadora poco conocida de un partido que apenas alcanzó al 4% de los votos en el verificativo electoral de 2014.
Arce dijo estar seguro que en estos momentos, “en los que algunos grupos quieren volver a desestabilizar” a su administración, la organización, movilización y conciencia del pueblo “vencerán”.
Recordó que con los ciudadanos en las calles y en las urnas se recuperó la democracia en octubre de 2020.
En el verificativo electoral de ese año, Luis Arce y David Choquehuanca obtuvieron, a contracorriente de lo que señalaban las encuestas, el 55,11% del voto popular.
“En las calles y en las urnas iniciamos junto a ustedes una gran tarea, la de levantar nuestra patria de las ruinas en las que nos la dejaron”, dijo el mandatario a las organizaciones sociales que se dieron cita al hemiciclo parlamentario.
De acuerdo con el jefe de Estado, se preveía que la recuperación de la economía —luego del golpe, la pandemia mundial del coronavirus y la guerra entre Ucrania y Rusia— demoraría por lo menos tres años.
“Sin embargo, empezamos a ver signos de recuperación en el primer año de gestión, y en 24 meses tenemos importantes avances en todos los ámbitos”, aseguró.
En medio de un paro económico en Santa Cruz, que provocó pérdidas que ya se calculan en al menos 800 millones de dólares para el país, el presidente recordó que retomar la senda de la estabilidad económica fue un gran esfuerzo colectivo y que ahora se la debe cuidar como “patrimonio” del pueblo.
“Pues, en momentos de crisis, siempre son los pobres los que terminan perdiendo más o perdiéndolo todo”, reflexionó.
Dijo que su lucha por el país tiene principios y valores revolucionarios que no se doblegaron, ni se doblegarán, y que “no le mueven ambiciones personales, económicas ni de poder”.
Fuente: Resumen Latinoamericano.