15 de noviembre
BUENOS AIRES, Argentina. Tras años de permanentes hostigamientos lesboodiantes en el barrio porteño Almagro, zona Abasto, Marta Zelaya fue víctima de un intento de lesbicidio. El 30 de octubre un hombre ingresó por la fuerza a su casa, la golpeó hasta dejarla inconsciente y la asfixió con pintura acrílica. La encontró su pareja Josefina Flores.
Hicieron la denuncia en Comisaría 3A y la policía la radicó como “lesiones leves”. Se espera que llegue a la fiscalía para ampliarla.
Marta y Josefina vienen denunciando hostigamiento desde hace tiempo: gritos, maltratos y situaciones de violencia eran habituales en el lugar. Sus denuncias previas fueron desestimadas. Marta es paciente oncológica.
La noche del ataque
Según cuenta Josefina, unos días antes de la agresión uno de sus vecinos apareció desnudo cuando Marta llegaba a la casa. No era algo raro. El hombre solía ir a la puerta de su casa y tocaba sus partes íntimas.
Marta es artista plástica y escenógrafa. La noche del 30 de octubre estaba trabajando en su casa mientras esperaba que Josefina regresara de su trabajo. Escuchó que alguien intentaba abrir la puerta, se acercó segura de que era su pareja y abrió. En ese instante, el hombre la redujo, la golpeó brutalmente y la dejó inconsciente. Luego le llenó la nariz de pintura.
“Yo estaba por llegar a casa. Calculo que desde la hora que me comuniqué con ella hasta que llegué pasaron 50 minutos. Sucedió en ese tiempo”, cuenta Josefina. “Llegué y noté que la puerta estaba abierta. Comencé a gritarle a Marta y la encontré tirada con pintura acrílica en su nariz”.
Inmediatamente, Josefina se comunicó con la policía y trasladaron a Marta al hospital Ramos Mejía donde la asistieron. Además de haber sufrido un intento de asfixia con pintura acrílica diagnosticaron politraumatismos.
Según relató la víctima una semana después a Presentes, la golpiza tuvo varias consecuencias. “En lo oncológico (mama), en la vesícula e hígado que son órganos que tengo dañados y necesito operación (estoy en lista de espera en hospital público), inflamación zona esternón eso me provocó dificultades respiratorias y tuvieron que inyectarme calmantes. Me quebraron la prótesis dental. Sufro mareos y náuseas producto de golpes en la cabeza. Y en el transcurso de los días aparecen nuevos hematomas”, dijo.
Al recibir el alta, las mujeres estuvieron apenas dos días en su casa y ahora están buscando dónde vivir porque no quieren volver al edificio.
Vivir con miedo
Después de poner la denuncia, la policía estuvo en el lugar. No encontró huellas pues el agresor entró directo al lugar golpeando a Marta y todo indica que no tocó absolutamente nada. Sin embargo, a Josefina le llamó la atención que ninguno de los agentes tomó testimonios a los vecinos.
“Esto fue un ataque donde un sujeto violentó nuestro domicilio e intentó un femicidio”, dice Marta. La noche del ataque y, a pesar de la violencia que se vivió en el lugar, ningún vecino ni vecina se acercó a preguntar qué había pasado o si necesitaban algo.
Marta y Josefina están viviendo gracias a amigas y compañeras que les ofrecieron un lugar para pasar estos días. Dejaron todo en su casa, pero temen volver.
“Nosotras pedimos consigna policial y nos la dieron dos días. Por eso nos fuimos. Una de las agentes con las que hablamos cuando presentamos la denuncia, nos dijo que todo indicaba que la agresión venía de adentro del PH, lo cual nosotras sospechábamos. No podemos estar más ahí”, dice Josefina a Presentes.
Josefina también pidió consigna para ella. “Yo también estoy en riesgo, pero no me dan botón antipánico porque no fui agredida. No es que nosotras nos mudamos porque sí. Estamos viviendo de la caridad de nuestras amigas porque no tengo consigna. Tenemos que ir a embalar nuestras cosas y tenemos miedo que nos pase algo”, dice a Presentes.
El viernes 11 de noviembre recién pudieron sacar algunas cosas del PH, ayudadas por el área LGBTQ+ de la Defensoría del Pueblo que gestionó una consigna policial por esas horas. Fueron en grupo junto a otras compañeras de organizaciones feministas.
“Nuestra situación económica es deprimente. Las dos trabajamos en negro y no contamos con requisitos para entrar a un alquiler. Esperamos respuestas del ministerio para ingresar al Programa Acompañar”, dicen las mujeres.
El acompañamiento
Los hechos se dieron a conocer a través de las redes de la Asociación de Actores Argentinos dado que ambas mujeres trabajan en el ámbito teatral. También están acompañadas por el Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad y el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) quienes fueron asesorándolas en los pasos a seguir.
Por otro lado, diversas organizaciones LGBT están difundiendo la búsqueda de casa para las dos mujeres que, ante el ataque, decidieron dejar el lugar donde estaban viviendo hace más de cinco años.
Fuente: Agencia Presentes.